Al menos yo no había visto desde “un lugar en el silencio” una cinta que me angustiara tanto y me hiciera sentir el miedo de los personajes, no nos dejemos llevar por el título ni por el poster, la cinta va más allá de un fantasma un demonio, de los monstruos internos, de los monstruos que se ocultan en nuestras propias paredes, una familia de tres hermanos y su madre huyen de un pasado que los atormenta, un padre que está en la cárcel , el hermano mayor testifico en contra de este así que ahora huyen hacia el otro lado del océano para buscar la paz y una nueva vida, pero desafortunadamente la madre enferma y muere dejando al hijo mayor a cargo de la casa y sus hermanos hasta que cumpla 21 para que no los puedan separar, pero muchos secretos se ocultan en los muros de esa casa, pocas veces las cintas de suspenso se enfocan en los laberintos de la mente humana que está llena de secretos y misterios y nos muestra como los traumas pueden causar repercusiones que solo la psiquiatría entiende, una cinta donde por más conjeturas que hagamos no encontraremos los secretos hasta que su director Sergio G. Sánchez nos permite descubrirlos