Ya lo vimos en Rapsodia Bohemia, honrar con honor la historia de cualquier músico y darle el tratamiento adecuado y el máximo respeto, logra obras de arte que apasionan a la gente, este es el caso de Rocketman, que más allá de ser una biopic , opta por un espacio imaginativo donde la música narra bastante bien la historia, la historia de un niño rechazado por su padre, ignorado por su madre pero con un gran talento que su abuela logra ver apoyándolo a entrar a una gran escuela de música hasta encontrarse con el compositor Bernie Taupin y crear un equipo mágico donde letra y música conjugaban panoramas de evocación que inundaban el ámbito musical de su época, una cinta ensoñadora (así como es la música) que de la mano de Taron Egerton interpretando a Elton (el grande) John y el director Dexter Fletcher cuentan de manera emotiva, su tristeza, su soledad, su infierno, sus excesos, su orientación sexual pero también su caída y redención siendo de las pocas cintas de músicos contadas cuando este aún vive lo cual me parece un merecido homenaje, muy recomendable, el soundtrack único, y los musicales simplemente supremos.