Una película llena de acción, romance y suspenso…
Otra cinta hollywoodense con todo el cliché americano y un sobre patriotismo, donde como siempre son ellos los encargados de salvar al mundo de una catástrofe global.
Leonard Turner (Bruce Willis) es un ex agente de la CIA quien es secuestrado por terroristas. Su hijo Harry (Kellan Lutz) trabaja para otro departamento gubernamental y desobedece toda orden dirigida para salvar a su padre.
Mientras la CIA busca el “cóndor” que es una laptop, capaz de apoderarse de todas las telecomunicaciones a nivel mundial, redirigir misiles de guerra y apagar las luces de la tierra (a lo que le llaman “fin del mundo”), Harry Turner pelea contra todos los que se ponen a su paso para vengar la muerte de su mami y llegar a su papá para liberarlo de los terroristas malvadillos, que como en todo cliché ya se sabe dónde quedó su laptop.
Con un argumento pobre que termina generando episodios sin sentido de «acción» injustificada, empeorando la secuencia de los golpes con tomas de cámara en mano queriendo generar tención, a lo que solo generan distracción y poca atención.
Un filme con deficiente edición que confunde al espectador; una pseudo historia de amor con nada de química de la que solo se ven algunos destellos, pues nunca queda claro si existió o existiría algo entre ellos y finalmente un suspenso nulo, aunque se hizo un intento obligado y poco fluido. Un pésimo guion en todos los sentidos, que deja mucho que desear, un Bruce Willis que comienza como un “Duro de Matar” y para los 10 minutos que aparece a lo largo de la película termina en un “Rescate Suicida”.
Hollywood al único que debe rescatar es a Willis de hacer una secuela de esto.
https://www.youtube.com/watch?v=jRTy0cOTWkI
Ricardo Tazman