Esta película es la biografía de Phiona Mutesi, una niña de 11 años nacida en Uganda, quien a pesar de sus escasos recursos y no tener ningún estudio, tiene un talento nato para jugar ajedrez. Con ayuda del coach interpretado por David Oyelowo, obtiene la oportunidad de competir de manera nacional y del mismo modo participar en las olimpiadas de ajedrez.
La historia da a conocer una realidad de clase baja en Uganda y los problemas que se enfrentan día con día.
Hablar de las actuaciones es importante puesto que Lupita Nyong’o funge el papel de mamá y aunque no es la protagonista, crea una empatía con su personaje mostrando esa excelente actuación a la que el público está acostumbrado.
David Oyelowo realiza el papel de coach, adaptándose perfectamente a su personaje cumple un excelente roll de motivador y llena la expectativa de los cinéfilos.
Y por último Madina Nalwanga una joven revelación que interpretó a la protagonista Phiona, quien logra emitir esa sencillez y humildad de persona, que se va envolviendo en egocentrismo y cambios de actitud paulatinos, y todo eso habla de una buena dirección que corre a cargo de Mira Nair.
Una película con buena fotografía y secuencia, que con forme transcurre el filme te envuelve con un drama sin poder ser objetivo en las cosas que quedan fuera de la historia.
Sin duda un largometraje de superación, pues no importa quién o de donde seas siempre hay posibilidad de seguir adelante, y la vida como el ajedrez; “La pequeña puede convertirse en la grande”.