CONEXIÓN MORTAL (Reseña)
Clayton Riddell ( John Cusak ) se encuentra en el aeropuerto de Boston celebrando el posible éxito de su última novela gráfica, pero cuando se dispone a regresar a casa con su familia e intenta llamar a su hijo, la señal se corta. En ese momento se desata un caos apocalíptico a causa de las señales emitidas por los teléfonos móviles (Celulares), que están convirtiendo a la gente en monstruos sedientos de sangre. Todos a su alrededor comienzan a colapsarse y presentar síntomas extraños.
Sin pensarlo, Clay huye hacia la estación de tren mas cercana. Y aunque todos los trenes están detenidos, el conductor Tom McCourt (Samuel L. Jackson) guía a un grupo a través de los túneles.
Sin poder comunicarse con su ex esposa e hijo para saber de su paradero, Clay debe hacerse camino entre el caos para llegar a los brazos de su familia.
Conexión Mortal da un enorme giro al mundo zombi como lo conocemos, pero no ofrece mucho más que eso. La primera escena que nos introduce en masa a todos los villanos, nos lanza de lleno a la acción. No tenemos tiempo para saber quién es Clay o qué lo motiva y que paso con su familia. Y eso es una parte esencial en las películas de terror: estar del lado del protagonista. PERO… El verdadero problema radica en que de un instante a otro ya todo el mundo colapsó. Y en que en determinado momento todos sueñan con el mismo villano pero jamas se explica la conexión que este tiene con todos los protagonistas y principalmente con Clay.
Conexión Mortal decepciona. Desperdiciar una buena historia de Stephen King es un pecado y los creadores de esta película merecen ser esclavizados en su propio mundo zombie.
Esta película es una adaptación de la novela de Stephen King «Cell»; en la elaboración del guión intervino el propio King, aunque tengo serias dudas sobre eso.
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